Aunque no es manejado de esta forma dentro de la película sino hasta el final, Riley se encuentra en la transición de la niñez a la adolescencia. Ya no es una niña y, aunado a esto, Alegría ya no está al mando.
Las “bobadas” son para niños, edad donde no hay diques o apenas se están instaurando para el goce; se está regido por el principio del placer y hay lugar para la diversión sin cosas que la repriman. A los 11 años, estos diques están instaurados y ser “bobo” es vergonzoso e incluso culposo.
Es posible que las emociones tengan emociones
Vimos a Alegría llorar, a Tristeza sonreír, a Furia y Disgusto espantarse… “¿por qué las emociones tienen emociones?” me preguntó un amigo. Y bueno, no es que las emociones tengan emociones, para hacerlo tendrían que ser seres vivos ya que la emoción es un proceso básico, biológico y psicológico. Sin embargo en la película, al tener las emociones forma humana necesitaban de alguna forma, generar empatía con el público.
Pero no creo que sólo sea una mera cuestión de empatía para que tú que compraste tu boleto, rías con Alegría o llores con Tristeza; creo que con esto, los realizadores encontraron muy bien la forma de decirnos que nada es puro. No hay alegría ni tristeza puras. Fíjate muy bien: Alegría es el único personaje que tiene un cabello de diferente color que su cuerpo (mientras que ella es amarilla su cuerpo es azul, color que representa Tristeza). Desagrado tiene zapatos y mascada morada, color que representa al temor.
Las emociones no existen la una sin la otra (no por nada Tristeza y Alegría se pierden al mismo tiempo) y además, dos emociones o más pueden coexistir en el mismo recuerdo (al final las esferas del pensamiento salen de dos colores, y ya no de uno solo).
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